El último ranking mundial de fondos soberanos muestra que el Norway Government Pension Fund Global sigue liderando con más de u$s1,75 billones en activos. Este fondo es seguido de cerca por dos importantes entidades chinas: el China Investment Corporation con más de u$s1,33 billones y el SAFE Investment Company que posee casi u$s1,1 billones.
Los fondos soberanos son instrumentos de inversión administrados por gobiernos, frecuentemente vinculados a recursos naturales. Estos fondos no solo son cada vez más influyentes, sino que también han inspirado a otros países a crear estructuras similares. Por ejemplo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incluyó en sus primeras órdenes ejecutivas la creación de un fondo soberano que estaría operativo en 2026, lo que podría cambiar el panorama económico del país.
La Influencia de los Fondos Soberanos
La historia de los fondos soberanos comenzó en 1953 con la Autoridad de Inversiones de Kuwait, diseñada para gestionar el excedente de riqueza petrolera del país. Actualmente, los 100 fondos soberanos más grandes del mundo poseen casi u$s14 billones en activos, lo que resalta su creciente importancia en el escenario financiero global.
El fondo soberano de Noruega, bajo la gestión del Norges Bank Investment Management (NBIM), reportó ganancias equivalentes a casi un 40% del PBI argentino en 2024, gracias al buen rendimiento de las acciones tecnológicas. Nicolai Tangen, director general del fondo, destacó que el rendimiento en renta variable fue del 18%, impulsado principalmente por compañías como Apple, Microsoft y Nvidia.
Perspectivas Futuras
El creciente interés en los fondos soberanos también se refleja en las iniciativas del gobierno de Trump, que propuso canalizar dinero de aranceles hacia un fondo de riqueza destinado a inversiones en sectores estratégicos como fabricación y defensa. Esta propuesta generó expectativas en los bancos de inversión sobre un papel asesor en la gestión de inversiones del fondo.
La creación y expansión de fondos soberanos en diferentes países, incluyendo los Estados Unidos, podrían remodelar el panorama financiero global y ofrecer nuevas oportunidades de inversión. Es esencial que los ciudadanos estén atentos a estos desarrollos, ya que pueden tener un impacto significativo en la economía de sus países.
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